Mantis Religiosa
Mario Ramos González, Biólogo y Magister en Ciencias con mención en Zoología de la Universidad de Concepción y actual estudiante de Doctorado en Sistemática y Biodiversidad de la misma casa de estudios, cuya línea de investigación es la biología evolutiva de Lepidoptera.
Mantis religiosa
Las mantis religiosas son depredadoras famosas por su elegancia, sin embargo, no muchas personas conocen que dos especies de mantis se encuentran en nuestro país. La primera está reportada para el extremo norte de Chile (C. minuta) y la segunda se distribuye ampliamente en el país (C. gayi) y es la protagonista de esta nota.
Coptopteryx gayi, se distribuye ampliamente en Sudamérica, y en Chile se ha registrado entre las regiones de Tarapacá y Los Lagos, aunque suele verse con mayor facilidad en el matorral esclerófilo entre Valparaíso y Maule. Como todas las mantis, es una excelente cazadora y destaca por su largo “cuello”, gran desarrollo del protórax y prominentes patas delanteras raptoras. Generalmente se las observa en los extremos de ramas o flores, donde suelen posarse insectos los cuales caza en una emboscada con un rápido movimiento (ej., moscas y zancudos).
Presentan un marcado dimorfismo sexual, el macho es más pequeño que la hembra y tiene alas pardo-grisáceas desarrolladas, mientras que la hembra las tiene fuertemente reducidas y no son aptas para el vuelo.
Durante el apareamiento la hembra devora la cabeza del macho en una práctica denominada canibalismo sexual, lo cual es necesario para que el macho realice los movimientos copulatorios que normalmente se encuentran controlados por centros inhibidores en un ganglio ubicado cerca de la cabeza.
Las hembras después de copular depositan una ooteca (del griego oon=huevo y theke= tapa, contenedor), estructura que contiene muchos huevos en su interior. La ooteca al salir del cuerpo de la mantis es espumosa y se solidifica en contacto con el aire otorgando una mayor protección a los huevos.
Al tener desarrollo hemimetábolo, del huevo eclosiona una pequeña mantis. Las ninfas de mantis pueden reconocerse de los adultos por su pequeño tamaño, ausencia completa de alas y su coloración más parda, a diferencia de los adultos que tienden a colores verdosos.
Referencias:
Camousseight, A. (1996) Mantis grisea, nueva sinonimia de Coptopteryx gayi (Insecta, Mantodea). Noticiario mensual Museo Nacional de Historia Natural, 326: 12-13.
Camousseight, A. (2008) Orden Mantodea, En: (CONAMA Eds.) Biodiversidad de Chile: Patrimonio y desafíos. Segunda Edición. Ocho Libros Editores, Santiago, Chile.
Cerpa, P. (2016) Parque Nacional Río Clarillo: La trepidación de la hojarasca. La Chiricoca, 21: 47-53.