Distintos museos públicos y privados chilenos conservan esculturas religiosas de pequeño formato producidas entre los siglos XVIII y XIX. El estudio de estas imágenes ha permitido identificar piezas procedentes de Quito y de Chiloé, principalmente, si bien todavía son numerosas aquellas de las cuales no se conoce su origen específico. Aunque no existe documentación que demuestre la presencia de talleres artísticos en Chile durante la época colonial, las singulares características de algunas de estas figuras de proveniencia desconocida sugieren que pudieron ser obra de artífices locales –los que, por su escasez, habrían trabajado individualmente, sin llegar a conformar una escuela–.
Este es el caso de un conjunto de once pequeñas esculturas devocionales de madera policromada que alberga el Museo de Historia Natural de Concepción: siete santos y vírgenes, un Niño Dios y tres cristos, con dimensiones que no superan los 36 cm. Puesto que la función de estas imágenes era la devoción privada, su uso era móvil, es decir, las personas las llevaban consigo dondequiera que se trasladaran, lo que explica el muy mal estado en que la mayoría de ellas se encuentra.
Tras una detenida observación, un estudio inédito comprobó que las figuras exhiben una serie de particularidades: vírgenes suntuosamente ataviadas; santas y santos más sencillos; un San Juan transformado en Virgen Dolorosa y vestido como tal por necesidad; y cristos de los cuales al menos uno provendría de otras latitudes. Sus características formales y estilísticas hacen presumir que podrían atribuirse a una producción local de imágenes de bulto radicada en la zona comprendida entre Linares y Concepción entre los siglos XVIII y XIX, y desconocida hasta ahora. Estos hallazgos permiten situar este conjunto dentro de un contexto más amplio, y contrastarlo con otras colecciones similares, como las que conservan los museos de Linares y de Yerbas Buenas, entre otros.
Descarga el artículo completo “Pequeñas esculturas de devoción en el Museo de Historia Natural de Concepción. Ejemplos de una producción de imaginería de carácter local (siglos XVIII-XIX)”, por Josefina Schenke.