Con más de 150000 especies descritas, los lepidópteros –más conocidos como “mariposas” y “polillas”– son el tercer grupo de insectos más diverso que habita el planeta. Dotados de dos pares de alas membranosas y una larga trompa que se enrolla en espiral, estos invertebrados voladores se encuentran en una gran cantidad de hábitats, donde cumplen diversos roles ecológicos esenciales para el funcionamiento de los ecosistemas.
Debido a la estrecha relación que mantienen con la vegetación de las zonas donde habitan, las mariposas son sumamente sensibles a los cambios en las condiciones ambientales: las perturbaciones en su hábitat pueden originar variaciones en el comportamiento, distribución e, incluso, morfología de estos insectos. Tanto es así, que científicos de distintas partes del mundo están descubriendo su potencial como indicadores biológicos –una línea de investigación que en nuestro país aún está por desarrollarse–.
Esta característica de los lepidópteros los vuelve particularmente vulnerables al deterioro de los ecosistemas silvestres, en especial de los bosques templados, que en los últimos siglos se han reducido de manera significativa. La destrucción del bosque nativo, los cambios en el uso de suelo y hasta el consumo humano de plantas hospederas son algunas de las amenazas que hoy sufren las poblaciones naturales de mariposas.
Por otra parte, en su estado larval, algunas especies pueden convertirse en plagas agrícolas de gran impacto económico, particularmente aquellas pertenecientes a la familia Noctuidae; otro buen motivo para avanzar en el conocimiento de estos insectos.
Lepidópteros en Chile
En el país existen aproximadamente 1200 especies de lepidópteros, de las cuales más de 1000 corresponden a mariposas nocturnas o heteróceros. Sin embargo, esta cifra ha ido aumentando año a año con el descubrimiento de nuevas especies, y se espera que en el futuro continúe creciendo, dada la gran cantidad de grupos que aún no poseen revisiones taxonómicas y la falta de prospecciones en la zona norte.
Si bien la diversidad de especies en los bosques de nuestro país es menor a la que se registra en regiones vecinas, los lepidópteros chilenos destacan por su alto endemismo, es decir, por la presencia de especies que se encuentran exclusivamente en este territorio.
Las colecciones de mariposas del MHNC
Las colecciones biológicas constituyen un testimonio histórico de la biodiversidad de un territorio. Son vitales para el conocimiento del patrimonio natural y una fuente de gran utilidad para el desarrollo de investigaciones biológicas y ecológicas.
El material entomológico depositado en las colecciones del Museo de Historia Natural de Concepción (MHNC) consta de 210 ejemplares de lepidópteros, distribuidos en 89 especies y 17 familias taxonómicas. La mayor parte de los especímenes fueron capturados por el biólogo Héctor Ibarra-Vidal entre las regiones de Atacama y Los Lagos, por lo que existen un gran número de especies representativas de la zona centro-sur de Chile.
La familia mejor representada en la colección corresponde a Geometridae, con 56 ejemplares y 31 especies. A este grupo se le conoce como “gusanos medidores” o “geomensores”, debido a su particular forma de desplazamiento: un elongamiento de la sección anterior del cuerpo de la larva seguido de un recogimiento de la sección posterior del cuerpo. La mayoría de los hospederos conocidos son plantas endémicas o nativas, por lo que no son frecuentes en las grandes ciudades.
En cuanto a Rhopalocera, las emblemáticas mariposas diurnas, la mayor proporción de ejemplares corresponde a especies nativas comunes de observar en ciudades y parques como Vanessa carye (mariposa colorada) y Tatochila mercedis (mariposa mercedes), además de la especie exótica Pieris brassicae (mariposa de la col). Nativa de Europa e introducida a Chile posiblemente en los años '70 en Valparaíso, esta última ataca con voracidad las plantas de la familia Brassicaceae (repollo, coliflor, brócoli y rábano, entre otras).
Pese a ser relativamente recientes –la mayoría de los ejemplares fueron recolectados entre los años 1988 y 1994– y no muy numerosas, estas colecciones de lepidópteros ofrecen una interesante muestra de especies endémicas y nativas con un impacto tanto ecológico como económico. Además, a partir de ellas se pudo establecer nuevos registros de distribución para algunas especies como Battus polydamas psittacus (papilio negro o mariposa de la oreja de zorro) y Mathania leucothea (mariposa blanca), y obtener valiosos datos sobre la biología de otras.
Descarga el artículo completo "Las mariposas (Insecta: Lepidoptera) depositadas en el Museo de Historia Natural de Concepción, Chile", por Mario I. Ramos-González.