Los diaguitas elaboraron aros, brazaletes, collares y pendientes de metal, de piedra pulida, restos óseos e hilos vegetales para adornar la parte superior del cuerpo en la zona pectoral y las orejas, principalmente de mujeres.
Su producción muestra la existencia de bienes simbólicos y de comunicación de estatus.
Entre las piezas del Museo de Historia Natural de Concepción se encuentran:
- Aros: fueron los adornos personales con mayor representatividad en los entierros diaguitas. Se crearon principalmente argollas de cobre, aunque se registra la aparición esporádica de motivos espirales en sus extremos o el uso de plata.
El diseño circular fue el más usual y antiguo, y se encuentra en toda clase de sepulturas de la cultura diaguita.
También se han hallado aros sobre una lámina delgada de cobre.
- Brazaletes: su presencia es escasa en el territorio chileno prehispánico. Su morfología indica que pudieron ser usados en tobillos y brazos.
- Pendientes y collares: usados para adornar la zona pectoral del cuerpo, se confeccionaron con diversos tipos de huesos, conchas y piedras. Generalmente eran discos de piedra u osamentas, perforadas en sus extremos y sostenidas por medio de tendones de origen animal.
Los collares se elaboraron con tendones o hilos y les agregaron cuentas hechas con variados tipos de conchas y piedras como la combarbalita o malaquita.
Antropólogos y arqueólogos han sugerido hipótesis sobre los significados del uso de adornos metálicos en mujeres:
- Los estudiosos Carmen Salazar-Soler, Lautaro Núñez y Elvira Latorre plantean para el mundo andino que la presencia más frecuente de aros junto a mujeres se vincula con la fertilidad por la semejanza entre la manufactura metalúrgica y los procesos de gestación y nacimiento.
- La arqueóloga Elvira Latorre (2011) al analizar el uso de aros femeninos en la cultura mapuche en períodos posteriores, propone comparativamente para los diaguitas que el mayor uso de estos adornos en las mujeres pudo ser reflejo en ellas del estatus masculino.