150 objetos hallados por el arqueólogo Francisco Cornely integran la muestra de alfarería diaguita del Museo de Historia Natural de Concepción, en la que destacan escudillas o pucos, platos, jarros patos y zapatos procedentes de los entierros descubiertos en el Norte Chico, especialmente del cementerio El Olivar.
A partir de las variedades cerámicas diaguitas los arqueólogos han elaborado diferentes fases. Las primeras fueron definidas en 1956por Francisco Cornelly. 19 años después el trabajo de Gonzalo Ampuero y Jorge Hidalgo arrojó nuevas luces, y lo mismo hicieron en 2004 Jorge Rodríguez y Andrés Troncoso en 2004.
Cornely en Cultura diaguita chilena y cultura de El Molle, elaboró una periodización sobre la base de la tipología de la cerámica, especialmente de escudillas y platos, y su asociación con modalidades de sepultación en cuatro etapas de evolución:
- Período arcaico: Destacó la presencia de platos hondos y escudillas de forma semiglobular. Predominaron los decorados con rayas gruesas y dibujos concéntricos.
- Período transicional: Aparecen influjos Chincha, cultura preincaica de la costa sur del Perú. Las paredes antes diagonales de las escudillas tienden a ser más verticales. Se intercaló el uso de motivos geométricos, como triángulos, rombos, volutas y escalas.
- Período clásico: Continúa la presencia de motivos Chincha. En las escudillas aparecen paredes rectas y fondo abovedado. Surgen los jarros patos y los decorados con diseños antropomorfos.
- Período de influencia Inca: Se introdujeron nuevos diseños morfológicos como el aríbalo, platos planos con asa o acampanados y motivos antropomórficos y zoomórficos. Las escudillas evolucionaron hasta convertirse en platos de fondo casi planos y paredes inclinadas hacia afuera.
Investigaciones de los últimos años discuten las periodizaciones de Cornely y Ampuero. Por ejemplo, Gabriel Cantarutti plantea que la popularización de los estilos alfareros pudo no sucederse en el tiempo y no implicar cambios en otras manifestaciones culturales (Cantarutti, 2004)
En su investigación "Estadio Fiscal de Ovalle: Redescubrimiento de un sitio diaguita-inca en el Valle del Limarí" critica además la confusión de asimilar las fases cerámicas con un momento sociocultural.
Rodríguez y Troncoso en su obra "La cultura diaguita en el valle del río Illapel" propusieron la coexistencia de estilos como parte de la adaptación paulatina a la influencia incaica.
En el libro Arte y cultura diaguita chilena: simetría, simbolismo e identidad, la arqueóloga Paola González sistematiza 401 diseños del período preinca y del contacto entre Incas y Diaguitas.
Mediante el análisis sobre su origen cultural, simetría, colores y formas, la autora da cuenta del universo simbólico que dio lugar a las formas gráficas (2013).