El penquista Luis Manríquez Figueroa, hace más de cuarenta años que lleva coleccionando cajas y envases de fósforos. Comenzó a partir de un trabajo que le asignaron en su escuela pública, cuando era un niño. Con el tiempo se transformó en una de sus grandes pasiones. En sus propias palabras él comenta: "Todos tenemos algún recuerdo infantil relacionado con alguna forma de coleccionismo, el caso es que en cualquier sociedad y en cualquier tiempo ha habido coleccionistas, en ocasiones valiosos auxiliares de historiadores, científicos e investigadores, en otras sólo aficionados colmados de satisfacciones y a veces maniáticos obsesivos por conseguir completar la pieza faltante de su colección. De alguna forma los coleccionistas son preservadores de la memoria colectiva, rescatadores de pequeños tesoros que aportan fragmentos de historia a las generaciones venideras"
Filumenismo y filumenista, son términos de nueva creación a partir del griego filos: aficionado, amante y el latín lumen: luz, antorcha, y se utiliza para nombrar la afición de coleccionar envases de fósforos. El año 1827 el químico inglés John Walker inventó los fósforos. Hacia 1840 comenzaron a salir al mercado envases diseñados especialmente para llevar y encender los fósforos, con el fin de evitar el riesgo de que ardieran espontáneamente a causa del calor o de cualquier roce. En un comienzo sólo se trataba de cajitas de rapé modificadas, posteriormente comenzaron a fabricarse recipientes más sofisticados y de las formas más variadas que han ido evolucionando en estilos, formas y temáticas hasta nuestros días.
Entre las piezas que se exhiben destacamos las que han sido decoradas con obras del pintor, artista textil y dibujante chileno Héctor Herrera Sanhueza, nacido en Tomé en 1926, quien fuera apodado "El Pajarero" por Pablo Neruda, luego de ilustrar junto a Nemesio Antúnez, Mario Carreño y Mario Toral el libro nerudiano "Arte de Pájaros", edición limitada de 1966.
También llaman la atención las cajas de fósforos de origen ruso, colección que ha sido formada gracias a la colaboración de Irina Baiona.
Otra curiosidad corresponde a las cajas regaladas a Luis Manríquez por el curador del museo de zoología de la facultad de Ciencias Biológicas y Recursos Naturales de la Universidad de Concepción, hasta el año 2008, Tomás Cekálovic Kuschevich (1928-2013), en las que él recibía insectos desde distintos lugares del mundo. Estas antiguas cajas de fósforos son de origen español, de la Compañía Arrendataria de Fósforos S.A. que funcionó con este nombre hasta 1958.
Esta exposición podrá ser visitada hasta el domingo 14 de agosto de 2016.
