En el año 1979 el Museo de Historia Natural de Concepción recibe en donación una muestra de cerámica de Quinchamalí, antigua localidad cercana a Chillán.
Técnicamente la preparación de las piezas consiste en arcilla moldeada, que se bruñe con una piedra suave dejando la superficie lisa y brillosa. Durante el proceso de quemado las piezas que están al rojo vivo, se retiran del fuego y se revuelcan en paja húmeda, adquiriendo el color negro que la caracteriza.
Antes de la cocción y dependiendo del diseño, la artesana utiliza una aguja de victrola para realizar dibujos de flores, hojas y espigas, sobre la superficie. Después del proceso de cocción, estos dibujos son repasados con una tierra blanca llamada colo, que se adhiere a la superficie raspada y no al resto de la pieza, permitiendo el contraste entre el dibujo y el fondo negro.
La producción de Quinchamalí se divide en dos líneas: la utilitaria y la figurativa. Dentro de las piezas que realizan este centro artesanal se destacan la guitarrera, el jinete, la cocina, además de distintos tipos de ollas y olletas, cántaros, librillos, mates y variadas alcancías con formas de animales.