Bio Desafío. La Región frente a la triple crisis planetaria
Actualmente enfrentamos una triple crisis planetaria: vivimos en un planeta más cálido, con menos biodiversidad y más contaminado. Estos desafíos no solo afectan nuestro entorno, sino que también ponen en riesgo nuestro bienestar y el futuro de todas las especies que habitan el planeta.
En el marco del Festival de la Ciencia 2024, el Museo de Historia Natural de Concepción y los Centros CR2, y COPAS Coastal e IEB, realizan una intervención en la presente Muestra Permanente, específicamente, en las vitrinas laterales “El Borde Costero”, “El Río Bío-Bío” y “El Bosque”. El darnos cuenta de cómo ha cambiado nuestro paisaje es una oportunidad para activarnos y comenzar a generar cambios.
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Las crisis que enfrentamos:
Contaminación (El Borde Costero)
La contaminación lumínica que desorienta a las especies nocturnas, el ruido ensordecedor de las ciudades, los plásticos llegando al océano y la presencia de sustancias químicas tóxicas en suelos, aire y aguas están creando un cóctel letal para el planeta. Esta combinación de factores altera los ritmos naturales, dificulta la reproducción y la migración de muchas especies, y pone en peligro la salud de los ecosistemas.
Pérdida de biodiversidad (El Río Bío-Bío)
La deforestación, la urbanización, la agricultura e industria forestal intensiva y la sobreexplotación pesquera están destruyendo y deteriorando los hábitats que sustentan la biota de nuestro planeta. La pérdida de cada especie debilita la red de la biosfera, altera los ciclos naturales y pone en riesgo nuestra propia supervivencia. La disminución de la biodiversidad amenaza la estabilidad climática y nuestra seguridad alimentaria e hídrica.
Cambio climático (El Bosque)
El aumento en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, causado por las acciones humanas, no solo ha incrementado la temperatura, sino que ha desencadenado transformaciones drásticas en nuestro planeta. Estas incluyen la desertificación, el derretimiento de glaciares, el aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos y un incremento en la frecuencia e intensidad de sequías, inundaciones, incendios forestales y marejadas. Todo esto pone en riesgo la persistencia de numerosas especies y ecosistemas.
Algunos de los posibles impactos a distintas especies
- Especie de molusco es afectada por acidificación del océano, su concha es más frágil y es fácil presa de sus depredadores.
- La temperatura del agua ha subido demasiado, una especie de pez decide migrar más cerca de los polos y ya no está disponible en esta zona.
- La cantidad de oxígeno disuelto del agua ha descendido demasiado, varios individuos de una especie bentónica, que no se puede mover, mueren.
- La cantidad de oxígeno disuelto del agua ha descendido hasta cero aumentando el volumen de la Zona de Mínima de Oxígeno, un gran cardumen de peces ingresa en esta zona y mueren, la surgencia costera las arrastra y aparecen varadas en la costa.
- La contaminación puede tener efectos tóxicos sobre los organismos marinos, lo que puede afectar su supervivencia y reproducción. Un ave ha consumido peces que tenían mucho microplástico, y poco a poco fueron acumulándose, con consecuencias sobre la reproducción de esta especie.
- El deshielo de los glaciares y casquetes polares contribuye al aumento del nivel del mar, lo que puede inundar hábitats costeros y afectar a las especies que dependen de ellos. Por ejemplo, las playas de anidación de un ave playera.
- El cambio climático puede modificar los patrones de circulación oceánica, lo que puede afectar la distribución de nutrientes y la temperatura del agua. El Pingüino de Humboldt queda atrapado en aguas más cálidas: el cambio climático alteró las corrientes oceánicas y eliminó su fuente de alimento.
- El cambio climático intensifica la frecuencia y severidad de marejadas, lo que genera un impacto devastador en las zonas costeras. Estos eventos extremos no solo alteran la infraestructura costera, sino además sus ecosistemas como humedales y zonas intermareales, comprometiendo la supervivencia de sus especies.
- Los filtros solares pertenecen al grupo de los llamados contaminantes de preocupación emergente, sobre los que aún no hay nula o poca legislación. Algunos compuestos empleados en estos productos, pueden causar problemas hormonales porque son disruptores endocrinos y, por tanto, afectan a la capacidad para reproducirse de las especies.
- El cambio climático lleva a la extinción de especies. Por ejemplo, la desaparición de anfibios ha ocurrido por la desecación de los ambientes húmedos provocada por la reducción en las precipitaciones.
- Los incendios forestales devoran árboles, arbustos y vegetación, destruyen los hábitats y contribuyen a la pérdida de biodiversidad. Aves y mamíferos que dependen del bosque quedan despojados de refugio y recursos, viéndose forzados a migrar o enfrentar la muerte. Especies nativas como el puma, el zorro culpeo y el monito del monte se ven gravemente afectadas.
- La expansión de carreteras o ciudades fragmentan los hábitats de las especies, limitando su acceso a recursos esenciales como alimento, agua y refugio, lo que compromete su supervivencia y reproducción.
- Las aves utilizan señales ambientales, como la temperatura y la duración del día, para determinar el inicio de sus migraciones estacionales. Con el cambio climático, las temperaturas más cálidas en sus áreas de cría o invernada están ocurriendo antes, lo que desencadena una migración adelantada. Llegan a destino cuando su alimento todavía no está disponible.
- El cambio climático está alterando las temperaturas y los patrones de precipitación en muchos ecosistemas, lo que puede crear condiciones más favorables para la propagación del hongo Batrachochytrium dendrobatidis (Bd). Ya ha sido detectado en varias especies de anfibios. Especies como la ranita de Darwin (Rhinoderma darwinii), que habita en el sur de Chile, y otras especies de ranas nativas, han sido identificadas como vulnerables a la quitridiomicosis.
- La megasequía, la reducción de la vegetación nativa y la contaminación han impactado negativamente la producción de miel en el centro de Chile, la cual ha ido en descenso durante las últimas décadas. Como resultado, los apicultores se han visto obligados a mover sus colmenas más al sur, debido a la disminución de recursos florales en los bosques nativos y a la aparición de enfermedades asociadas al uso de agroquímicos en la agricultura.
Reflexión de cierre
La triple crisis planetaria es un desafío sin precedentes, pero también una oportunidad para reinventarnos. La transición hacia una economía circular y baja en carbono y la conservación de los ecosistemas son pasos claves hacia un futuro sostenible. Al apoyar a las comunidades locales, exigir políticas ambientales más ambiciosas y adoptar un estilo de vida más respetuoso con el medio ambiente, podemos construir un mundo, y una región del Biobío, más justa y equitativa.
Compartimos el texto de Carl Sagan & Ann Druyan, “Sombras de antepasados olvidados”, escrito en 1992, que sigue teniendo validez más de 30 años después:
“Hace 3.000 millones de años, la vida había cambiado el color de los mares interiores; hace 2.000 millones de años, la composición general de la atmósfera; hace 1.000 millones de años, el tiempo atmosférico y el clima; hace un tercio de 1.000 millones de años, la geología del suelo; y en los últimos centenares de millones de años, el aspecto detallado del planeta. Estos cambios profundos, causados todos por formas de vida que tendemos a considerar «primitivas» y desde luego por procesos que calificamos de naturales, dejan en ridículo los temores de quienes piensan que los hombres, con su tecnología, han conseguido ahora «el fin de la naturaleza». Estamos extinguiendo muchas especies; quizá incluso consigamos destruirnos a nosotros mismos. Pero esto no es nada nuevo en la Tierra. Los seres humanos serán entonces únicamente los últimos de una larga secuencia de especies que aparecen en escena, introducen algunas modificaciones en ella, matan a algunos miembros del reparto y luego abandonan la escena para siempre. Nuevos protagonistas aparecen en el acto siguiente. La Tierra continúa. Ya vio cosas semejantes.”