Humedales del gran Concepción
Los humedales son uno de los ecosistemas más importantes de Chile, que cubren cerca de 4,5 millones de hectáreas de nuestro territorio. Estos se presentan en múltiples formas, desde humedales altoandinos en el extremo norte del país, a extensas turberas en Magallanes.
Para el centro y sur de Chile es fácil encontrar humedales, ya que cualquier cuerpo de agua natural o artificial con menos de 6 metros de profundidad califica como humedal. Por eso Chile tiene 10 tipos de humedales, que se dividen en 35 sub-tipos.
Para el caso de Concepción metropolitano, los humedales son parte de su historia y paisaje. De hecho, la ciudad misma fue fundada entre humedales, luego del terremoto de 1751 que arrasó el antiguo Concepción, en el territorio que hoy conocemos como Penco.
Luego de su refundación en el valle de la Mocha en 1765, la ciudad de Concepción ha ido ocupando poco a poco una mayor superficie, esto de paso ha reducido y afectado importantes humedales como el río Biobío, Laguna Tres Pascualas, Andalién y Laguna Redonda. Estos humedales congregan una gran cantidad de flora, como plantas flotantes o palustres, y fauna, como insectos o mamíferos, entre los que destacan el coipo (Myocastor coypus).
Sin duda, uno de los grupos más llamativos y que han servido como motivo para la conservación de estos ecosistemas, son las aves. De las 498 especies reportadas en Chile, cerca de 166 son aves de humedales, acuáticas y otras que usan humedales, y muchas de ellas las podemos observar en Concepción y sus alrededores.
Por ejemplo, en el humedal de Lenga es posible encontrar al cisne Coscoroba (Coscoroba coscoroba), pato cuchara (Spatula platalea) o pato real (Anas sibilatrix), y en otoño-invierno, con algo de suerte, se pueden ver algunas aves carismáticas como el flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis), una de las seis especies de flamencos que hay en el mundo.
En el área interportuaria entre Concepción, Penco y Talcahuano, tenemos un extenso complejo de humedales, que incluye Rocuant y Andalién, en los que destacan las poblaciones de aves playeras como pilpilenes comunes (Haematopus palliatus) y pitotoyes (Tringa spp.), estos últimos migrantes del Neártico que llegan a mudar plumas y alimentarse durante el invierno boreal, lo que hace de este ecosistema un lugar clave en su migración.
Los humedales, así como son importantes para la fauna, también lo son para los humanos, porque prestan servicios como el control de inundaciones, provisión de agua, control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático, beneficios que se conocen como servicios ecosistémicos.
Este 2 de febrero celebramos el día de los humedales, en conmemoración de la firma del Convenio sobre los Humedales en Ramsar, Irán, en 1971. Este convenio sentó las bases sobre la conservación y uso racional de los humedales a nivel mundial.
En Chile este convenio entró en vigor el 27 de noviembre de 1981 y al día de hoy como país tenemos 14 sitios identificados como Humedales de Importancia Internacional (Sitios Ramsar). Lamentablemente ninguno de ellos pertenece a la Región del Biobío, aunque varios cumplen con los criterios, como los de Rocuant-Andalién o desembocadura del río Itata.
Sin duda uno de los desafíos pendientes para el gran Concepción es conservar todos sus humedales urbanos, aliados estratégicos frente al cambio climático, por lo que será clave apoyar la Ley de Protección de Humedales Urbanos que actualmente se encuentra en trámite en la Cámara de Diputados y que hace algunos días se aprobó en el Senado.
Esta ley entregará herramientas para superar amenazas como la desecación y relleno de humedales urbanos. Es necesario que la ciudad vea estos ecosistemas como sitios claves para su desarrollo. Ahora dependerá de la ciudadanía aprender más de estos ecosistemas y apoyar su conservación, ¡celebrar el día 2 de febrero, el día de los humedales, es un gran paso!
Dr. Heraldo V. Norambuena
Director Ejecutivo
Centro de Estudios Agrarios y Ambientales