Día del Patrimonio convocó a cerca de 2.000 personas en el Museo de Historia Natural de Concepción
A pesar del frío y la lluvia, cerca de 2.000 personas se sumaron a la conmemoración del Día del Patrimonio que este año organizó el Museo de Historia Natural de Concepción, cuando ya se cumplen 20 años desde que esta fecha se comenzó a celebrar en el país.
Como institución dependiente del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, el Museo preparó una serie de actividades con el fin de cubrir la mayor cantidad de temáticas vinculadas a distintas manifestaciones patrimoniales presentes en la ciudad.
El sábado, el público pudo participar de "Los Misterios del Museo", recorrido guiado por el jefe de curadores de la institución, Eduardo Becker, quien revisó y relató la historia de parte de la colección resguardada en los depósitos del Museo. Durante la misma jornada, también los y las visitantes pudieron disfrutar de la "Sesión de Vinilos Chilenos", ocasión en la que David Viveros, de Solo Vinilos, repasó algunas de las producciones nacionales más emblemáticas.
Durante la tarde del sábado, el Museo ofreció una visita guiada inclusiva, a cargo de la curadora del área de Ciencias Naturales, Katherine Cisterna, quien estuvo acompañada de una intérprete de lengua de señas. También en la tarde, 25 músicos de la Banda del Regimiento Chacabuco musicalizaron la jornada con tonadas tradicionales y música chilena.
El domingo la música campesina también estuvo presente en "Frutos de la Memoria", gracias al trabajo de rescate y a las guitarras del Archivo de Cultura Tradicional de Concepción, liderado por la destacada investigadora y cultora, Patricia Chavarría. Así mismo, Memoria Fílmica Pencopolitana revivió la actividad carbonífera del Lota de antaño y los movimientos sociales vinculados, gracias a la exhibición de tres piezas audiovisuales de la época, en una selección denominada "La cuenca del Carbón".
Finalmente, la jornada se cerró con el Taller Monumenteando, organizado por el Museo y el Consejo de Monumentos Nacionales del Biobío. En esta actividad educativa, destinada a grandes y chicos, el público pudo construir sus propias maquetas de monumentos nacionales y manifestaciones patrimoniales, para luego ubicarlas en un gran mapa de Chile.