El Museo de Historia Natural de Concepción alberga un conjunto de once pequeñas esculturas devocionales de madera policromada. Josefina Schenke, historiadora del arte, realizó un estudio inédito de estas. 

Si bien la mayoría de las esculturas religiosas conservadas en el país se atribuye a la escuela quiteña o a Chiloé, un conjunto de piezas nunca antes estudiadas podría mostrar la existencia de una producción local entre Maule y Biobío.

Al parecer el uso de estas piezas era móvil, las personas las llevaban consigo dondequiera que se trasladaran. Las caraterísticas formales y esilísticas de estas piezas hacen presumir que podrían atribuirse a una producción local de imágenes de bulto radicada en la zona comprendida entre Linares y Concepción entre los siglos XVIII y XIX, y desconocida hasta ahora. Estos hallazgos permiten situar este conjunto dentro de un contexto más amplio, y contrastarlo con otras colecciones similares, como las que conservan los museos de Linares y de Yerbas Buenas, entre otros.

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